lunes, 6 de julio de 2009

Golf, gobierno y Cantabria
30.04.08
JESÚS PÉREZ FRAILE, JULIO C. LEGIDO DÍEZ, ALBERTO OCEJO GÓMEZ Y DAVID OTERO BALLESTEROS

En la reciente presentación de la ampliación del puerto deportivo 'Marina de Pedreña' el Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, hizo referencia a su promesa electoral de construir instalaciones que eleven la calidad y cantidad de oferta de excelencia turística alrededor del golf y los puertos deportivos.
Estas palabras, pronunciadas junto a un Club de Golf que nació hace más de 75 años para «atracción de turistas ingleses» deben dar lugar a una reflexión sobre la carencia en Cantabria de industrias de ocio de calidad, y concretamente de golf, que es como debe considerarse una actividad dirigida a un mercado potencial europeo de cerca de 6 millones de jugadores de golf.
En los últimos años y a pesar de las bien intencionadas promesas, poco o nada efectivo se ha hecho, y los diferentes motivos que han contribuido a este fracaso están repartidos entre las presiones ecologistas con etiquetas absurdas de elitismo y consumos de agua, con denuncias de macrourbanizaciones exageradas, y porque el Gobierno tiene una maquinaria administrativa muy lenta, dispersa y a veces con interpretación de la normativa de manera discrecional , cuyas consecuencias son la paralización de proyectos que fuera de Cantabria se consideran técnicamente modélicos, como Santa Marina o Ruesga, y que nada tienen que ver con excesos de 7.500 - 5.000 o 3.000 viviendas que tanto han contribuido a la imagen depredadora que tiene hoy en día el golf en España, y que afortunadamente, para nosotros, se han realizado en Levante, Murcia y Andalucía principalmente.
Cierto es que el golf en Cantabria se inició en un Club prototipo de elitismo en sus comienzos que dio un sello de exclusividad a un deporte nacido entre las capas altas de la nobleza, pero eso ya es historia. Hoy el golf, como otros deportes similares, está inmerso en un proceso de socialización indiscutible. Cantabria con Mataleñas, Abra de Pas, Nestares, La Junquera y Noja , realizados con dinero público o Santa Marina, con capital privado son ejemplos inequívocos y hablar a los abonados de estos clubs de deporte de elite parece un chiste de mal gusto. Miles de cántabros disfrutan o padecen las excelencias del golf a precios similares a cualquier instalación del mercado del ocio como gimnasios, tenis etc y son testigos directos de los 'males ambientales' (¿) que producen un campo de golf y «las especulaciones y pelotazos inmobiliarios» (¿ ) que se ha producido alrededor de ellos. Cualquiera que se pasee por estos campos pueden comprobar los beneficios que han producido en sus ciudadanos y el medio ambiente.
Es evidente también, que toda la oferta de golf existente en Cantabria es una oferta turística inexistente. Los once campos actuales de golf en Cantabria pueden parecer muchos, pero si concretamos que de once sólo hay tres de 18 hoyos y ninguno está soportado por una oferta hotelera especializada en golf y sin ningún soporte inmobiliario de segunda residencia, esa oferta aparentemente numerosa se convierte en una oferta turística inexistente. Turismo y golf deben de ir de la mano y constituir una verdadera industria de ocio y esto en Cantabria no se puede hacer con los actuales mimbres.
Que Santa Marina lleve casi veinte años sin resolver sus problemas, Ruesga Resort, siete años y lo que queda, Solares, Ampuero, Castro Urdiales y un largo etc con historias parecidas y no se tenga la seguridad jurídica de aprobación o una rápida respuesta denegando permisos, no tiene ninguna justificación y es un grave problema a promotores serios capaces de arriesgar en proyectos interesantes para Cantabria. Las reglas del juego existen en las normativas que el Gobierno tiene en Urbanismo, Medio Ambiente, Ordenación del territorio , pero estas deben utilizarse para posibilitar ó modificar proyectos de interés regional y no para encallar proyectos años y años que arruinan cualquier inversión e ilusión de los inversores. Esto debe ser un dato que requiere una reflexión urgente del Gobierno de Cantabria, para tomar decisiones que posibiliten de una vez por todas pasar de las sinceras promesas electorales a los hechos.
Cantabria, está pasando por una realidad cual es una ganadería y agricultura en fuerte recesión y un Plan de Ordenación del Litoral que ha liberado grandes extensiones de territorio de gran belleza, aptas, sin duda, para magníficos campos de golf; y tiene una Hostelería y Comercio que necesita, de una vez por todas, una actividad económica fuera de la fuerte aportación del verano y una de las soluciones mas sólidas será el golf.Pero está claro que algo está fallando en la aplicación de las reglas de juego, porque las Leyes actuales de Urbanismo, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente tienen mecanismos suficientes para encontrar soluciones, sin cambiarlas caprichosamente, y resolver pronto y bien muchos de los Proyectos encallados.
Los alumnos del Master de Negocios de Golf de CESINE estamos recibiendo clases de expertos de reconocido prestigio en el mundo del golf en España en las ramas de abogados urbanistas, arquitectos de Planeamiento, especialistas de Medio Ambiente, Ingeniería de Proyectos, Diseñadores de Campos, organizaciones y viajes de golf, gerentes etc. que nos trasmiten la fuerte sensibilidad existente hoy en el mundo del golf, en el cuidado de la sostenibilidad ambiental, de las certificaciones de calidad ambiental, reducción de los consumos de agua (que en el norte de España son muy bajos), la utilización de abonos de lenta reacción y un cuidado extremo de la fauna y flora existente, que hacen del golf una industria limpia y sostenible siguiendo el modelo de golf natural de Irlanda, Gales, Escocia e Inglaterra o Países Nórdicos donde el golf no tiene ninguna contestación de grupos ecologistas. Todos ellos, con experiencias profesionales importantes, alaban las enormes posibilidades que tiene Cantabria si se hacen las instalaciones adecuadas al mercado extremadamente competitivo que se mueve alrededor del golf.
Quisiéramos pedir al Gobierno de Cantabria, con el máximo respeto, que debe de encontrar un mecanismo político y de gestión para abordar de forma eficaz el 'Golf Cantabria' , y que es urgente ponerlo en marcha,con eficacia y garantía de éxito, porque sino las largas y viejas promesas de campos de golf comenzarán a sonar a huecas palabras y se estará desaprovechando una actividad de gran importancia para la economía regional. Nosotros confiamos que el Gobierno de Cantabria lo hará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario