lunes, 6 de julio de 2009

Golf de Oyambre: una singularidad de interés regional
23/07/2007
MANUEL GARRIDO/PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN RAMÓN SOTA-GOLF
Con el anuncio de expediente de expropiación para «Recuperación del Sistema Dunar de Oyambre» por parte de Demarcación del Ministerio de Medio Ambiente de Costas de Cantabria, comienza lo que puede significar la destrucción del Campo de Golf de Oyambre, construido hace 83 años por Alfonso XIII para «atracción de turistas ingleses» como rezaban los papeles de la época.
Las increíbles contradicciones que se dan en este caso pueden llevar a atentar contra un modelo único denominado 'Link' y que se trata de jugar a golf preservando los valores ambientales y paisajísticos de las dunas en terrenos cercanos a playas y acantilados al borde del mar, valores que se han mantenido desde hace ciento cincuenta años en el Reino Unido y desde más de 80 en Oyambre.
Este tipo de campos han provocado una cadena económica de incalculable valor social y que ha significado la fijación de puestos de trabajo que comenzó con el pastoreo y ha terminado girando alrededor de servicios relacionados con la industria del golf y que ha conseguido ser competitiva a nivel mundial frente a cualquier otra oferta de campos de golf, lo que debería haber sido el modelo a implantar en Cantabria y que hubiese salvado de construcciones las extraordinarias cadenas de dunas existentes en nuestra región (algunas ya destrozadas en gran parte).
Una industria alternativa de ocio sostenible y factor de Protección Ambiental y Paisajística, como han demostrado en Cantabria los casos de Mataleñas, Pedreña, La Junquera, Abra de Pas o Mayorazgo de Santa Marina, ejemplo de integración ambiental, generando actividad económica y rentabilidad social con efectos evidentes de aceptación para cualquier nivel social y todo el abanico de edades en los Campos de Cantabria que disfrutan del golf.
De acuerdo a la directiva europea Habitat, que sigue la casi totalidad de Países Europeos, es de muy difícil implantación un campo de golf nuevo en un sistema Dunar, pero no contempla la "restauración" de ninguno existente.
Es absolutamente imposible pensar en expropiar Saint Andrews o El Saler en España, construido sobre un Sistema Dunar en Valencia, dentro del Parque Natural de la Albufera, ejemplo de respeto ambiental y explotación comercial que da trabajo a cerca de 180 personas en empleo directo de hotel y campo sin ningún daño ambiental.
El campo de golf de Oyambre está construido en el año 1924 siguiendo el modelo inglés de cientos de campos implantados e integrados en Sistemas Dunares que son extraordinariamente aceptados en Países que llevan muchos años cuidando y respetando el Medio Ambiente sin la más mínima contestación social.
Solo en España algunos de los movimientos ecologistas recientes promueven con argumentos obsoletos, su rechazo a los campos de golf como Oyambre, calificado por algún grupo como "Campos para ricos" "Pretexto para edificar", "Consumos excesivos de agua", cuando en Oyambre los precios son muy bajos, no tiene casas alrededor y ha estado más de cincuenta años sin riego, alimentándose del agua de lluvia.
Considero de interés exponer las siguientes propuestas para que sean analizadas y debatidas por quienes desde las distintas responsabilidades políticas y sociales estimen que puede ser bueno para Cantabria defender nuestras singularidades positivas:
1) El área objeto de expediente de expropiación es la única zona del sistema dunar que mantiene intacta su configuración natural sin edificaciones ni modificaciones. La casa actual que cumplía la función de Casa Club con los servicios del Campo de Golf está asentada sobre roca y no ha modificado ninguna duna del sistema.
2) Existe una evidente discriminación hacia el golf, cuando otras instalaciones que están asentadas sobre el sistema dunar, incluso con relleno de un humedal de gran valor ecológico, no están incluidas en el expediente de expropiación.
3) El modelo de campo natural sobre dunas, denominado 'Link', está aceptado y promovido desde el Reino Unido a todos los continentes, Australia, África, América y de forma pasiva en Europa. En España Zarauz y sobre todo El Saler están perfectamente integrados en los sistemas dunares y son aceptados y demandados por jugadores de todo el mundo, sin críticas por parte de ninguna organización dedicada al cuidado del Medio Ambiente.
4) El modelo de Oyambre ha mantenido sus dunas originales desde el año 1924 y ha protegido de edificaciones el sistema dunar durante 83 años, con el golf como factor de protección, y la restauración que pretende Costas, puede llevarla a cabo el Concesionario a través de un convenio Medio Ambiental en línea de Convenios similares existentes en el Reino Unido.
5) Los efectos económicos derivados de conservar e integrar sistemas dunares en Europa son de un alcance económico de difícil cálculo.Los cientos de campos tipo "Link" existentes en Europa atraen cada año al Reino Unido a millones de jugadores de todo el mundo promoviendo una cadena económica de gran importancia y respetando al máximo los valores ambientales de las costas de Irlanda, Gales, Escocia e Inglaterra.
6)El modelo Oyambre, tal como puede certificar la Federación Cántabra de Golf, está en línea de precios de todos los campos públicos de Cantabria, asequible a cualquier ciudadano sin ningún tipo de restricciones de acceso al juego.
7) Esta instalación da trabajo estable todo el año a 8 personas de forma directa y ayuda al equipamiento recreativo de la zona no solamente en verano, porque mantiene su actividad todo el año fuera de la temporada estival, manteniendo más de 300 días de explotación sostenible , respetando el sistema dunar.
8) La utilidad pública que argumenta la Demarcación de Costas es más que discutible, porque su actuación en la restauración no aportará más valor social ni ambiental ni mayor número de personas que puedan disfrutar de la belleza paisajística del Sistema Dunar de Oyambre sin alteraciones severas medio ambientales.
9) La posibilidad expresada por el propio Gobierno de Cantabria de desarrollar una oferta de turismo de golf en Cantabria que complemente otros aspectos atractivos de la región, estamos seguros de que puede convertirse en uno de los pilares de la industria turística regional con la única condición de que se hagan bien las cosas, con instalaciones de calidad ye integradas ambientalmente. Sin abusar de las dotaciones urbanísticas cuando las haya y ubicándolas en núcleos existentes con adecuación al mantenimiento de las tipologías rurales existentes. Pero para ello se deben tener asumidos criterios claros, huir de tópicos demagógicos y no arrastrar complejos que invaliden de forma absurda proyectos perfectamente viables y compatibles ambientalmente y con seguridad no renunciar a las instalaciones existentes, que son aceptadas y están integradas totalmente, y, en particular convirtiendo precisamente al golf de Oyambre en la instalación más representativa del golf en Cantabria, mimando su conservación hasta el extremo de aplicar los mejores modelos de mantenimiento en zonas dunares para 'links' y haciendo de la misma un atractivo diferente y totalmente personal que transmite todo el sentimiento de tradición que el deporte del golf atesora y mantiene como parte sustancial de la esencia de ese deporte, junto al fair play, la educación y el cuidado del entorno por los propios jugadores, aspectos sin los cuales el golf no existiría. Perder Oyambre es el peor comienzo para el desarrollo del golf en Cantabria. Solo en España algunos movimientos ecologistas recientes promueven, con argumentos obsoletos, su rechazo a los campos de golf como Oyambre con 83 años de antigüedad

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