domingo, 21 de febrero de 2010

«El negocio del golf mueve millones»


Domingo, 21 de Febrero de 2010

El golf es un deporte y un negocio que mueve millones de euros. Ramón Sota, Severiano Ballesteros, Pedreña.... son nombres que no pasan inadvertidos para cualquier jugador de golf. Cantabria, sin embargo, dispone sólo de tres campos de golf de 18 hoyos que no reúnen las condiciones que demanda un jugador profesional y, por lo tanto, no suponen un gran reclamo turístico. El marketing de Cantabria 'cuna del golf' está hecho, sólo falta una pequeña inversión para desarrollar cinco nuevos campos de golf. El reto está servido.

Esta filosofía es la que mueve a la Fundación Ramón Sota a cuyo frente se encuentra Manuel Garrido. Sus palabras están llenas de pasión cuando habla de Ramón Sota, de Severiano Ballesteros y del golf como deporte y como negocio. Vive lo que cuenta y siente el deporte.

Cantabria es una región que, por su historia, por los ratios del número de profesionales y amateurs federados, árbitros locales y nacionales, en proporción a su extensión territorial y número de habitantes, está a la cabeza en el golf. Pero Cantabria tiene un 'cuello de botella' que le impide despegar y convertirse en el destino turístico europeo del Norte de España y romper de una vez con todas con la estacionalidad del turismo nacional. Ese 'cuello de botella' es la escasez de campos de golf de 18 hoyos. «Cantabria está a la cola en este ranking», declara Garrido, quien asegura que estas instalaciones son hoy «imprescindibles».

Este ranking en España lo encabeza Andalucía con 77 campos de golf de 18 hoyos, seguido de Cataluña (17), Comunidad Valenciana y Baleares (19) o Canarias (18) y Madrid (16). Y así todas las autonomías españolas hasta llegar a las últimas posiciones en las que aparece Cantabria, con 3 campos.

Conocido el «triste» dato, Garrido cita la principal ventaja de contar con un turismo de golf: nivel adquisitivo alto que se traslada a los hoteles, restaurantes o tiendas.
Pero no es la única. Construir un campo de golf genera empleo, tanto mientras se construye como para su mantenimiento. Y Cantabria dispone de un clima que permite la práctica de este deporte todo el año. «El golf es una industria que bien diseñada y potenciada genera un turismo muy especial», afirma Garrido.

La situación actual de Cantabria, según la Fundación Ramón Sota, es que dispone de un campo de nueve hoyos en Santander -Mataleñas-; otro en Mogro, «manifiestamente mejorable». Rovacías, La Junquera, Noja, Oyambre, «sirven para crear afición pero no para atraer turistas». Quedan los 3 de 18 hoyos: Pedreña es un campo para socios privados; Santa Marina es un buen campo y Nestares «está bien», pero sujeto a las condiciones meteorológicas.

Ante esta situación, desde la fundación se reclama la construcción de 5 nuevos campos de golf de 18 hoyos. Y la mejor zona es el eje Santander-Bilbao en el que se contabilizan del orden de 15.000 jugadores con licencia. Las iniciativas han sido presentadas ya al Gobierno regional, a su presidente, Miguel Ángel Revilla, quien en un principio ha acogido bien la idea. Sin embargo, los patronos de la fundación consideran que todavía hace falta un empuje fuerte al proyecto. «No es una inversión de alto coste», asegura Garrido, quien sugiere varios terrenos en la costa cántabra para habilitar campos de golf.


El Libro Blanco del Golf

El Libro Blanco del Golf en Cantabria ha sido elaborado por los alumnos del Máster Cesine en Gestión de Negocios de Golf y la Fundación Ramón Sota con la intención de transmitir las potencialidades que podrían convertir este deporte de carácter social en nuestra comunidad autónoma en un auténtico motor de desarrollo económico, sin olvidar la necesidad de corregir aquellos defectos que proyectan una imagen distorsionada del golf a través de determinados estereotipos.

Desde la fundación, los objetivos son claros: promocionar la enseñanza del golf y ofrecer formación integral a los jóvenes golfistas. Además, se trabaja en el diseño, elaboración y ejecución de planes de preparación técnica, física y mental y se proporciona atención médica, psicológica y material a los beneficiarios de la fundación. También se trabaja en la obtención de medios de financiación para el desarrollo de actividades o conceder becas y ayudas especiales. Finalmente, la fundación se encarga de promover la celebración de eventos deportivos de golf, especialmente en Cantabria y divulgar las cualidades humanas y profesionales de Ramón Sota. Precisamente, su primer trabajo ha sido el libro 'La semilla del golf' que es un homenaje a quien da nombre a la institución. El libro habla del fruto que sembró quien fuera conocido como 'el caballero del golf' hace más de cuarenta años.

La Fundación Ramón Sota cuenta con 24 socios. Para formar parte del patronato es necesario solicitarlo con el aval de al menos uno de los patronos fundadores. La cuota económica es de mil euros.

El negocio

Los ingresos brutos de los campos de golf cántabros ascendieron en 2008 -últimos datos disponibles- a un total de 6.320.000 euros, lo que da idea del notable volumen de negocio que genera, ya que supone una media de 632.000 euros al año por campo. Al tratarse de una actividad practicada al aire libre y con unas necesidades específicas de material y espacio, se crean a su alrededor numerosas oportunidades industriales y comerciales.

A nivel nacional, la industria del golf cuenta con 350 campos y 350.000 jugadores amateurs, que generan un negocio de 3.000 millones de euros al año. Con estos datos, la Fundación Ramón Sota no duda de la importancia de potenciar este negocio en Cantabria.

El Libro Blanco contempla otros aspectos interesantes como el hecho de que trabajar en un campo de golf exige una preparación específica y por eso más del 60% de los clubes ubicados en Cantabria ofrecen cursos de formación a sus empleados. El gasto medio que ocasiona un jugador en un campo de golf es de 40 euros por salida, y debido al incremento anual de jugadores, el gasto se irá reduciendo paulatinamente. La mayor parte del gasto recae sobre el personal (46,03%), que incluye 168 trabajadores directos en Cantabria, que suelen ser residentes en la zona en la que sitúa el campo. En muchos casos se trata de municipios con escasa población.

Si tenemos en cuenta el número de licencias que hay actualmente en Cantabria, la tasa de jugadores asciende al 1,6% de la población, una de las mayores cifras del país. Además la práctica de este deporte es muy recomendable para las personas mayores por sus cualidades cardiovasculares.

La mayoría de los jugadores son hombres y tienen edades comprendidas entre los 21 y 55 años, lo que representa el 43% de las licencias, mientras que las mujeres en esta misma franja de edad corresponden al 16,5%. Con la misma proporción se encuentran los hombres mayores de 55 años, seguidos de las mujeres mayores de 50 años en un 10,28%. En cuanto a los jugares profesionales, constituyen el 0,48% de las licencias.

En definitiva, el golf se ha constituido en una auténtica alternativa de ocio en Cantabria, como lo demuestra el importante incremento de instalaciones y de número de usuarios.

La región cuenta con una larga tradición en este deporte que comenzó en 1902, con la construcción del Real Club de Golf de Oyambre, el primero de toda la península. En los años treinta, Cantabria vuelve a ganar protagonismo con la inauguración del Real Club de Golf de Pedreña y en 1986 vuelve a ser noticia al constituirse en Mataleñas el primer campo público.

Manuel Garrido posa en la terraza del Hotel Real, desde la que a lo lejos se divisa Pedreña. :: SE QUINTANA

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